Cronología Paulina:
Vida y Trabajo de San Pablo de Tarso

por Felix Just, S.J., Ph.D.

La División Tradicional (pero Inexacta) de los Viajes de San Pablo:

Se habla casi siempre de "Tres Viajes Misioneros de San Pablo" (cada uno comienza y termina en Antioquía de Siria) y en seguida su "Viaje a Roma":

  1. Hechos 13–14: Viaje por Chipre, Panfilia y Pisidia (en el Sur de la Turquía actual).
  2. Hechos 15:39–18:22: Viaje por Macedonia y Acaya (la Grecia actual) y Asia Menor (en el Oeste de la Turquía actual).
  3. Hechos 18:23–21:16: Otro viaje por Asia Menor, Macedonia y Acaya, que termina en Jerusalén.
  4. Hechos 22–28: Habiendo sido arrestado en Jerusalén y encarcelado en Cesárea, Pablo es llevado en barco a Roma.

Se puede ver mapas de estos "Tres Viajes Misioneros de San Pablo" en Good News Christian Ministries o Maps Related to the Life of Paul o Ancient World Maps.

Problemas con este esquema:


Un Esquema Más Preciso y Más Completo: Hay Cinco Etapas Principales en la Vida de San Pablo

La siguiente cronología esta basada en una combinación de datos de las cartas de Pablo y del libro de los Hechos de los Apóstoles, puesto que ningún escrito nos da una visión del conjunto y hay varias diferencias entre todos ellos. (Véase mi página de New Testament Geography para más información sobre las PROVINCIAS Romanas y sus Capitales en los tiempos de San Pablo).

    0) Etapa Pre-Cristiana (ca. AD 10–35)

    1. Pablo nació en Tarso, la capital de CILICIA (véase Hech 9:11, 30; 11:25; 21:39), pero además vivió algún tiempo y se educó en Jerusalén “bajo la tutela de Gamaliel” (Hech 22:3).
    2. Era judío, hebreo, hijo de padres hebreos (Fil 3:5; 2 Cor 11:22), además ciudadano romano (Hech 22:25-29; 23:27).
    3. Era bilingüe (Hebreo/Arameo y Griego) y bicultural (Judío y Helenístico/Griego); así constituía una figura ideal para la transición del cristianismo primitivo de sus raíces en Palestina hasta el crecimiento dentro del Imperio Romano.
    4. Su nombre de nacimiento era “Saúl” (Hech 7:58–13:9; 22:7; 26:14), pero al comenzar su trabajo misionero cambió su nombre a “Pablo” (Hech 13:9ff y los saludos iniciales de todas sus cartas).
    5. Se educó como fariseo, pues fue muy celoso por la Torá y las tradiciones religiosas de su pueblo (Fil 3:5; Hech 23:6-9; 26:5).
    6. Perseguía los seguidores de Jesús, porque a su parecer la creencia de que Jesús era el Cristo era incompatible con las enseñanzas del judaísmo (Gál 1:13-14; Fil 3:5-6; 1 Cor 15:9; Hech 7:58; 8:1; 9:1-2; 22:3-5; 26:4-12).

    1) Primera Etapa: Su nueva vida cristiana en el MEDIO-ORIENTE (ca. AD 35–49)

    1. Jesús “apareció” a Pablo (tradicionalmente llamada su “conversión”) un día en que Pablo viajaba por el camino a Damasco, en el sur de SIRIA (Gál 1:11-12, 15-16; 1 Cor 15:8-10; Hech 9:3-30; 22:6-21; 26:12-18 – véase abajo por estos textos).
    2. Pablo comienza a predicar en las comarcas de Arabia, Damasco, Siria y Cilicia, a pesar de cierta oposición de parte de otros judíos (Gál 1:17-24; 2 Cor 11:23-33).
    3. Bernabé muestra interés en Pablo, guiándolo, protegiéndolo e introduciéndolo a otros cristianos (Hech 9:26-30; 11:25-30; 12:25).
    4. Enviados por la iglesia de Antioquía, del Norte de SIRIA, Bernabé y Pablo hacen un primer viaje misionero, predicando por Chipre, Panfilia y Pisidia (Hech 13–14). Es claro que Bernabé es el líder y Pablo todavía su asistente durante este viaje (vea Hech 14:12 - unos paganos de Licaonia llaman a Bernabé "Zeus," el rey de los dioses griegos, y a Pablo "Hermes," el mensajero de los dioses griegos).
    5. Bernabé y Pablo participan en el “Concilio de Jerusalén (ca. AD 49; Gál 2:1-10; Hech 15; se nota que algunos biblistas piensan que este concilio tuvo lugar poco después, ca. AD 51).

    2) Segunda Etapa: Sus primeros años como líder de un grupo de misioneros en MACEDONIA & ACAYA (ca. AD 50–52)

    1. Pablo se separa de Bernabé a pesar del “Episodio de Antioquía” (contrasta Gál 2:11-14 y Hech 15:36-41).
    2. Viaja por ASIA con Silas y Timoteo; ellos atraviesan MACEDONIA, donde fundan pequeñas comunidades/iglesias cristianas, esp. en Filipo y Tesalónica, posiblemente en Beroea también (Hech 16:1–17:15).
    3. Expulsados de las ciudades de Macedonia, una tras otra, los tres misioneros bajan a ACAYA; por un breve tiempo Pablo visita Atenas, pero allá no tiene mucho éxito con sus predicaciones (Hech 17:16-34).
    4. Pablo y sus compañeros continúan su viaje a Corinto, la capital de ACAYA, donde permanecen por más de 18 meses (Hech 18:11, 18); encuentran a Priscila y a Aquila en Corinto poco después de que Claudio, el Emperador Romano, había expulsado a los Judíos de Roma, hecho que ocurrió en AD 49 (Hech 18:2).
    5. Pablo es juzgado ante el Procónsul Galio (Hech 18:12-17), que estuvo en ACAYA solamente en los años AD 51-52; este hecho nos ofrece la única fecha fija en la cronología de la vida de Pablo; los demás fechas de su vida se calculan antes o después de este acontecimiento.
    6. Desde Corinto, Pablo y sus compañeros escriben una carta a la comunidad en Tesalónica (1 Tes, quizá 2 Tes también; véase 1 Tes 3:1-6).

    3) Tercera Etapa: Sus operaciones misioneras crecen, especialmente en ASIA (Menor) (ca. AD 53–57)

    1. Pablo viaja por Asia rumbo a Siria (con visitas breves en Jerusalén y Antioquía); luego regresa a Éfeso, la capital de ASIA (Hech 18:18–19:41).
    2. Se queda en Éfeso a lo menos 27 meses, o aun más tiempo, predicando y respaldando las iglesias (Hech 19:8, 10, 22); en Éfeso establece la “sede central” de su organización misionera, que cuenta cada vez con más y más ayudantes a través de los años.
    3. Pablo mismo viaja de Éfeso a Macedonia, Corinto y varios ciudades en Asia; también envía y recibe mensajeros y cartas (1 Cor 16:5-12; 2 Cor 8-9; Fil 2:19-30; 4:10-20).
    4. Pablo y sus ayudantes fundan otras comunidades cristianas alrededor de Asia Menor; por ejemplo, Epafras establece una iglesia en Colosas (Col 1:7).
    5. Los misioneros encuentran oposición de parte de los Judíos y Gentiles; Pablo se echa la culpa por un tumulto de ciertos plateros en Éfeso, porque Pablo había predicado contra la “idolatría,” contra el culto pagano de Éfeso (véase Hech 19:26); probablemente pasó algún tiempo en la cárcel en esta ciudad.
    6. Desde Éfeso, Pablo y sus compañeros escriben cartas a las comunidades cristianas en diversas ciudades: 1 Cor, 2 Cor, Fil, Flm y probablemente Gál (véase 1 Cor 15:32; 16:8; 16:19).

    4) Cuarta Etapa: Deseos de viajar más al PONIENTE, incluso a Roma (ca. AD 58–62/64)

    1. Pablo quiere viajar al Poniente, a Roma y a España; pero antes, quiere recoger las aportaciones de sus comunidades y entregarlas a Jerusalén para apoyar a los cristianos pobres allá (1 Cor 16:1-4; Rom 15:22-32; Hech 19:21); se queda en Corinto tres meses más (Hech 20:3), de donde escribe una carta a los cristianos de Roma (Rom 16).
    2. Pablo y algunos ayudantes entregan la colecta a Jerusalén; poco después es arrestado en el Templo (Hech 20–21).
    3. Pablo se queda en la cárcel en Cesárea algunos dos años; durante el juicio apela al Emperador y se lo lleva a Roma, donde queda bajo arresto domiciliario por dos años (Hech 22–28); desde la cárcel en Cesárea (o posiblemente después, desde Roma), Pablo escriba una carta a los cristianos en Colosos.
    4. No podemos estar seguro de que pasó en seguida, porque nada más esta escrito en los Hechos de los Apóstoles: o fue probado, declarado inocente y liberado, o fue declarado culpable, condenado a muerte y ejecutado; si fue liberado, posiblemente después marchó a España donde predicó algunos años, como quería.
    5. La tradición de los primeros cristianos está de acuerdo en que Pablo fue ejecutado durante el reinado del Emperador Nerón; pero no sabemos si sucedió al fin de su primera encarcelación en Roma (AD 62) o después de su regreso de España (AD 64), ya que su muerte no esta mencionada en los Hechos de los Apóstoles.

X) Etapa después de la muerte de San Pablo: Su herencia continua (AD 60 - 90 y más allá)

  1. Los compañeros de Pablo continúan su obra: predican, ganan nuevos conversos, hacen crecer las comunidades cristianas, abordan problemas, escriben cartas, etc.
  2. Las cartas 1 Tim, 2 Tim, Tito y Ef probablemente son pseudo-epigráficas (es decir, cartas escritas en su nombre por sus seguidores después de su muerte).
  3. Éfeso y Colosos crecen como centros fuertes de un tipo de cristianismo que sigue la influencia de Pablo; estas iglesias son dirigidas por Timoteo y Onésimo, respectivamente.
  4. Se reúnen y se editan las cartas de Pablo (cf. 2 Ped 3:15-16); al fin del primer siglo, diez cartas ya circulan juntos (sin 1 Tim, 2 Tim o Tito); la carta a los Éfesos posiblemente funciona como una introducción o “carta de resumen.”
  5. Con el tiempo, trece cartas atribuidas a Pablo son admitidas en el “canon” de la Biblia (a veces, la dicha “Carta a los Hebreos” también se considera como escrito de Pablo; pero hoy en día los biblistas están de acuerdo en que esta carta no es una obra de Pablo).
  6. Otras leyendas de Pablo se desarrollan a través de los siglos, que se pueden encontrar en varias obras no-canónicas (por ejemplo, los “Hechos de Pablo” y los “Hechos de Pablo y Tecla”).


La "Conversión" de Pablo en el Camino a Damasco

[es mejor decir, la "Revelación" de Jesús a Pablo]

En Sus Propias Palabras:

"Quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que yo predico no es invención humana. 12 No lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo. 13 Ustedes ya están enterados de mi conducta cuando pertenecía al judaísmo, de la furia con que perseguía a la iglesia de Dios, tratando de destruirla. 14 En la práctica del judaísmo, yo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi celo exagerado por las tradiciones de mis antepasados. 15 Sin embargo, Dios me había apartado desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia. Cuando él tuvo a bien 16 revelarme a su Hijo para que yo lo predicara entre los gentiles, no consulté con nadie. 17 Tampoco subí a Jerusalén para ver a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui de inmediato a Arabia, de donde luego regresé a Damasco. 18 Después de tres años, subí a Jerusalén para visitar a Pedro, y me quedé con él quince días. 19 No vi a ningún otro de los apóstoles; sólo vi a Jacobo, el hermano del Señor." (Gál 1:11-19)

"... y por último, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció [Jesús] también a mí. 9 Admito que yo soy el más insignificante de los apóstoles y que ni siquiera merezco ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo." (1 Cor 15:8-10)

"Por esta razón yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por el bien de ustedes los gentiles, me arrodillo en oración. 2 Sin duda se han enterado del plan de la gracia de Dios que él me encomendó para ustedes, 3 es decir, el misterio que me dio a conocer por revelación, como ya les escribí brevemente." (Ef 3:1-3)

"Me veo obligado a jactarme, aunque nada se gane con ello. Paso a referirme a las visiones y revelaciones del Señor. 2 Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo (no sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe). 3 Y sé que este hombre (no sé si en el cuerpo o aparte del cuerpo; Dios lo sabe) 4 fue llevado al paraíso y escuchó cosas indecibles que a los humanos no se nos permite expresar." (2 Cor 12:1-4, probablemente hablando de si mismo, pero posiblemente sobre otra "revelación" posterior de su primer encuentro con Jesús.)

Los Tres Relatos dentro de los Hechos de los Apóstoles: 

Hechos 9:3-30 - El Primer Relato de Lucas Hechos 22:6-21 - El Discurso de Pablo a los Judíos en Jerusalén Hechos 26:12-18 - El Descargo de Pablo delante del Rey Agripa

1 Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote 2 y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres.

3 En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. 4 Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 5 —¿Quién eres, Señor? —preguntó. —Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz—. 6 Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer. 7 Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos, porque oían la voz pero no veían a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.

9 Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada. 10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. —¡Ananías! —Aquí estoy, Señor. 11 —Anda, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. 13 Entonces Ananías respondió: —Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a tus santos en Jerusalén. 14 Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre. 15 —¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. 16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre. 17 Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» 18 Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; 19 y habiendo comido, recobró las fuerzas.

Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, 20 y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que le oían se quedaban asombrados, y preguntaban: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?» 22 Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías. 23 Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para hacerlo desaparecer, 24 pero Saulo se enteró de sus maquinaciones. Día y noche vigilaban de cerca las puertas de la ciudad con el fin de eliminarlo. 25 Pero sus discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron en un canasto por una abertura en la muralla. 26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo. 27 Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Saulo les describió en detalle cómo en el camino había visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con libertad en el nombre de Jesús. 28 Así que se quedó con ellos, y andaba por todas partes en Jerusalén, hablando abiertamente en el nombre del Señor. 29 Conversaba y discutía con los judíos de habla griega, pero ellos se proponían eliminarlo. 30 Cuando se enteraron de ello los hermanos, se lo llevaron a Cesárea y de allí lo mandaron a Tarso.

3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad. Bajo la tutela de Gamaliel recibí instrucción cabal en la ley de nuestros antepasados, y fui tan celoso de Dios como cualquiera de ustedes lo es hoy día. 4 Perseguí a muerte a los seguidores de este Camino, arrestando y echando en la cárcel a hombres y mujeres por igual, 5 y así lo pueden atestiguar el sumo sacerdote y todo el Consejo de ancianos. Incluso obtuve de parte de ellos cartas de extradición para nuestros hermanos judíos en Damasco, y fui allá con el fin de traer presos a Jerusalén a los que encontrara, para que fueran castigados.»

«Sucedió que a eso del mediodía, cuando me acercaba a Damasco, una intensa luz del cielo relampagueó de repente a mi alrededor. 7 Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” 8 “¿Quién eres, Señor?”, pregunté. “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”, me contestó él. 9 Los que me acompañaban vieron la luz, pero no percibieron la voz del que me hablaba. 10 “¿Qué debo hacer, Señor?”, le pregunté. “Levántate —dijo el Señor—, y entra en Damasco. Allí se te dirá todo lo que se ha dispuesto que hagas.” 11 Mis compañeros me llevaron de la mano hasta Damasco porque el resplandor de aquella luz me había dejado ciego.»

12 «Vino a verme un tal Ananías, hombre devoto que observaba la ley y a quien respetaban mucho los judíos que allí vivían. 13 Se puso a mi lado y me dijo: “Hermano Saulo, ¡recibe la vista!” Y en aquel mismo instante recobré la vista y pude verlo. 14 Luego dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas su voluntad, y para que veas al Justo y oigas las palabras de su boca. 15 Tú le serás testigo ante toda persona de lo que has visto y oído. 16 Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, bautízate y lávate de tus pecados, invocando su nombre.” 17 Cuando volví a Jerusalén, mientras oraba en el templo tuve una visión 18 y vi al Señor que me hablaba: “¡Date prisa! Sal inmediatamente de Jerusalén, porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí.” 19 “Señor —le respondí—, ellos saben que yo andaba de sinagoga en sinagoga encarcelando y azotando a los que creen en ti; 20 y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, ahí estaba yo, dando mi aprobación y cuidando la ropa de quienes lo mataban.” 21 Pero el Señor me replicó: “Vete; yo te enviaré lejos, a los gentiles.”»

4 «Todos los judíos saben cómo he vivido desde que era niño, desde mi edad temprana entre mi gente y también en Jerusalén. 5 Ellos me conocen desde hace mucho tiempo y pueden atestiguar, si quieren, que viví como fariseo, de acuerdo con la secta más estricta de nuestra religión. 6 Y ahora me juzgan por la esperanza que tengo en la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados. 7 Ésta es la promesa que nuestras doce tribus esperan alcanzar rindiendo culto a Dios con diligencia día y noche. Es por esta esperanza, oh rey, por lo que me acusan los judíos. 8 ¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos? 9 Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de Jesús de Nazaret. 10 Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. Con la autoridad de los jefes de los sacerdotes metí en la cárcel a muchos de los santos, y cuando los mataban, yo manifestaba mi aprobación. 11 Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga castigándolos para obligarlos a blasfemar. Mi obsesión contra ellos me llevaba al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero.»

12 «En uno de esos viajes iba yo hacia Damasco con la autoridad y la comisión de los jefes de los sacerdotes. 13 A eso del mediodía, oh rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo, más refulgente que el sol, que con su resplandor nos envolvió a mí y a mis acompañantes. 14 Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?” 15 Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?” “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—. 16 Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar. 17 Te libraré de tu propio pueblo y de los gentiles. Te envío a éstos 18 para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados.”»

19 «Así que, rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial. 20 Al contrario, comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, y que demostraran su arrepentimiento con sus buenas obras.»


Electronic New Testament Educational Resources

Regresar al HOME PAGE de Felix Just, S.J.
Esta página fue actualizado el 10-Sep-2008
Copyright © 2008